jueves, 27 de enero de 2011


ABRE UNA VENTANA AL EXTERIOR


Vivimos en una sola dimensión, no miramos el cielo.

Yo distingo la realidad de la realidad inventada por el hombre:
La realidad sería lo original. Por ejemplo, dos personas que están en un mismo espacio existente y hablan cara a cara.
La realidad inventada por el hombre sería la dimensión en la que estamos envueltos actualmente. Por ejemplo, dos personas que hablan en un espacio inexistente: Internet.
No voy en contra del mundo que estamos creando. El hombre fue dotado de una capacidad que le distingue del animal, la capacidad de poder pensar, por ello ha creado muchos avances tecnológicos. El problema es que estamos tan envueltos en esta realidad creada que nos estamos desvinculando de nuestros orígenes y no somos capaces de vivir en armonía con ambas cosas.
Es más, estos avances tecnológicos están destruyendo el planeta.



El contacto que tiene el hombre con la naturaleza.

El hombre cada vez se parece más a la máquina. Nosotros somos la naturaleza misma, sin embargo estamos olvidándonos de ello, es decir, de nuestros orígenes.
El hombre es un animal social, por eso necesita vivir en sociedad. Las ciudades y los pueblos son lugares construidos por el hombre para vivir en en ella. Además, cuanto más grande es el lugar, mayor es la independencia de la gente que vive allí como individuo.
En general, la gente que vive en pueblos está más vinculada con la naturaleza que la gente que vive en la ciudad. La razón por la que esto sucede es la accesibilidad a ella, es decir, una persona que vive en la ciudad tiene menos contacto con la naturaleza que una persona que vive en un pueblo.
Contacto
Al perder el contacto con la naturaleza nos olvidamos de su existencia, y, como consecuencia, sólo vivimos en nuestra realidad inventada.
Estímulos
Estamos tan acostumbrados a que nos entretengan a través de la pantalla con espectáculos, películas, etc., que nuestra estimulación queda de alguna manera desfasada y a la hora de abrirnos a la naturaleza, a la realidad natural, nos puede llegar a parecer aburrida.


La propia naturaleza es arte

No es que no valore el arte, al contrario, para mí, estamos tan inmersos en la realidad inventada, que nos olvidamos de la belleza de lo natural. En mi opinión, la realidad natural está llena de belleza, por ejemplo, si nos fijamos en el roce del agua con las piedras, si vemos los árboles como esculturas que salen de la tierra y crecen hacia el cielo, si observamos la arena deslizarse entre los dedos, si escuchamos el sonido de las olas del mar o nos paramos a observar las miles de formas en las que se convierten las nubes, nos damos cuenta que la naturaleza es increíble.
Para nosotros, la naturaleza que nos rodea es algo cotidiano. Pero, por ejemplo, imaginemos que vemos el agua por primera vez desde la consciencia de un adulto: nos parecería una materia extraña al notar que se nos desliza entre los dedos, es transparente, nos vemos reflejados en ella... Lo mismo ocurre con el fuego, sentiríamos la sensación de calor y no entenderíamos por qué.
Sin embargo, nosotros estamos en contacto con este entorno desde que somos recién nacidos y no tenemos la consciencia desarrollada, por lo que no nos extraña el primer contacto con esta materia.


En conclusión

Cuando haces una intervención artística en el exterior, y en concreto en la naturaleza:
La naturaleza cambia al hombre y al artista:
- Volvemos a la realidad. Salimos por un momento de la sociedad de consumo y entretenimiento en la que estamos sumergidos.
- Nos hace reflexionar sobre nuestra existencia.
- La naturaleza nos vuelve más humanos y nos enseña el respeto.
- El acercarnos a ella nos hace darnos cuenta de su propia belleza.
- Creamos un vínculo con ella.
- Nos lleva a reflexionar, y eso se refleja en nuestras obras.
- Nos enseña a despegarnos de las cosas. La intervención que hagamos en el medio ambiente se queda allí como parte del entorno .
Otra manera de vivir el arte:
- Cuando trabajamos con materiales propios de la naturaleza, el arte es más inesperado por tanto más espontáneo.
- Pasamos del concepto de arte como finalidad a arte para disfrutar creando.
- Aprendemos del proceso.
- Disfrutamos con ello.
- Comprendemos cómo funciona cada materia, que posibilidades tiene.
- Convertimos muestra obra en algo público y de esta manera la gente tiene oportunidad de apreciarla, e incluso de interactuar con ella.
- Se puede crear con cualquier material y en cualquier lugar.

- Salir al exterior, en concreto a la naturaleza, abre un mundo desconocido para el hombre, y lleno de posibilidades para el artista.


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